Pelis: Una pastelería en Tokio

Título: Una pastelería en Tokio (Título Original: あん An )
Duración: 113 min.
Género: Drama
Sinopsis: Sentaro tiene una pequeña pastelería en Tokio en la que sirve dorayakis (pastelitos rellenos de una salsa llamada "an"). Cuando una simpática anciana se ofrece a ayudarle, él accede de mala gana, pero ella le demuestra que tiene un don especial para hacer "an". Gracias a su receta secreta, el pequeño negocio comienza a prosperar. Con el paso del tiempo, Sentaro y la anciana abrirán sus corazones para confiarse sus viejas heridas.

Opinión Personal:
Llegué a esta preciosa película porque la echaban por la televisión un viernes por la tarde. Me sorprendió que echasen una película japonesa y entre eso y que me quedé encandilada con los escenarios y los colores de la película, decidí quedarme a verla. Y la verdad es que me sorprendió gratamente.

El protagonista de la película es Sentaro, que trabaja en una pastelería de Tokio sirviendo Dorayakis para saldar una deuda. No disfruta de su trabajo; ni siquiera le gustan los dulces, pero todo esto cambia cuando conoce a una anciana llamada Tokue, que se acerca a preguntar por el puesto de trabajo disponible. Al principio recela de ella pero finalmente acaba contratándola, y Tokue se vuelve una gran amiga, que le enseña a hacer anko, la pasta de judías con la que se rellenan los dorayakis, de forma tradicional. Esto hace que sus dorayakis adquieran mayor fama y tengan más clientes.

El optimismo de Tokue cambia la forma de ver la vida que tiene Sentaro. Tokue habla con los clientes, les habla a las judías y también las escucha, pues según ella, tienen historias apasionantes que contar. Lo mira todo con los ojos muy abiertos, con gran curiosidad y alegría: el sol, el cielo, los cerezos en flor... sorprendida ante la belleza del mundo. Sentaro empieza a aprender de ella, y poco a poco disfruta de su trabajo, y hasta vuelven a gustarle los dulces.

Al mismo tiempo, también conocemos la historia de Wakana, una estudiante que frecuenta el local y a quien siempre le dan los dorayakis que sobran. Ella también tiene una vida dura, pero la alegría de Tokue también la lleva a tomar sus propias decisiones, como cuando decide salvar a su mascota antes de que la echen de casa.

Pero la alegría no puede durar para siempre y empiezan los problemas. Tokue empieza a servir a los clientes y la gente se da cuenta de las deformaciones que tiene en las manos, producto de la lepra que vivió en su juventud. De esta forma se aprende también parte de la historia de japón, que yo desconocía; qué pasó con la epidemia de lepra que hubo en 1953 y como la gente fue recluida en sanatorios hasta la derrogación de la ley de 1996. La dueña del puesto de Sentaro, cobradora de la deuda, se entera de los rumores de las deformaciones de Tokue, y decide tomar cartas en el asunto. Y poco más se puede decir sin hacer spoiler.

Pero Tokue se sincera con Sentaro, y Sentaro con Tokue, contándole cómo era él antes y cómo contrajo la deuda. Del mismo modo, Tokue le cuenta cómo era su vida cuando era pequeña.
Wakana ayuda a Sentaro con el puesto. Tokue les ha unido, puesto que ha influido en sus vidas más de lo que pensaban. Siguen juntos, y mantienen su relación con Tokue.

Tras un triste acontecimiento, Sentaro abre los ojos. Se para a pensar. No le gusta su vida tal y como está ahora, y hace algo de lo que Tokue estaría orgullosa: toma las riendas y dirige su destino. Sale de la situación en la que se veía atrapado, sin salida y triste, para encontrar su propia felicidad. Y lo consigue.

Es una película que recomiendo, pero he de avisar; es de esas que carecen de acción. Es una película lenta, tranquila, que va a su propio ritmo. Si lo que estais esperando es algo que os mantenga agarrados a la silla hasta el final, esta no es una de esas películas. Si bien deseas saber qué pasa a continuación, lo importante no es el final, sino el camino andado; disfrutar de la historia y captar el mensaje.

Es increíble como una película puede ser tan optimista y, a le vez, tener matices tan tristes. El personaje de Tokue me parece realmente inspirador. Nosotros vamos haciendo nuestro camino. Y siempre podremos cambiar las cosas, incluso aunque parezca demasiado tarde. Está en nuestras manos. Nunca hemos de perder la esperanza. Yo deposito mmi confianza en personas como Tokue, porque en un mundo lleno de gente triste y arisca son ellos los que realmente aprecian lo bueno de la vida y son felices. Y, aunque no lo sepan, también traen felicidad a los demás.

Puntuación
7.5/10

Me ha gustado mucho, pero la película es lenta; es ideal para pasar una tarde de fin de semana viéndola. Podría tener quizá un poco más de acción.

Pervinca